martes, 9 de septiembre de 2008

Explosivos minados con dolor a confeti



Siempre tuve un motivo de seguir anidando mis dificultades con algunas ilusiones que llegaban por allí, cometí muchos errores al aferrarme a esos sueños vanos, caía en una depresión pero esa maldita distancia; amiga de mis días fue y es el motivo porque mi ilusión sigue intacta, bueno a veces pienso que es mejor tenerlas allí volando en mi mente pues en parte son base de mi ilusión.

Pero… ¿quien quita el momento cuando me dice que allí nomás y solamente me encuentro en un vació tonto al trasluz de mi imaginación?
¿Es malo que mi imaginación vuele? ¿Es malo que piense en cosas difíciles?

Estas dos preguntas son las que me unen con la imaginación, ya que mi sufrimiento solo se corrige cuando caigo muy bajo y llega a mi familiar llamado depresión.

Esta llegada se encuentra con el no saber que hay mas adelante, yo nunca quise como quiero y deseo querer; ¿será porque me gusta ocultarme? ¿Será porque me oculto con mis traumas? ¿Esos que nunca aparecen porque están bien escondidos y solamente salen cuando me siento triste y lloroso?

Mas allá de una brecha, de una decepción, seria un motivo triste que no llegó, mas allá de ahogo es un misterio mío, misterio que no puedo contar, ya que esta allí, complejo y desorbitado.

Cumplo muy pronto los años donde apareció el yo, mi yo; ese que existe con alguna risa, alguna ilusión, alguna amistad y alguna decepción.
Esas cosas que me aferran a algo que no llega, como en el caso de el deseo de tener una relación, esa relación loca, esa relación que busca lo que esta perdido, esa que odia a los días que pasan si tener a algo en que pensar, las tonterías de un amor que necesito.

Tal vez no me den la razón, pero cuando llegamos a este punto, nos damos cuenta que nuestros sentimientos son solamente ficciones creadas, escritas en algún libro épico o por un autor romanticista que llego a su clímax con una historia de amor rota, esas que se cuentan toda una vida y al final solamente son pedazos relativos que llegan al atardecer, una nula circunstancia fallida, y en el que este tipo solo quiere recordar que “El tiempo nos hace crecer”;o que es lo mismo: darse cuenta que se pierde mucho al aferrarse en algo presente.

A veces quisiera convertirme en ese desalmado sin sentimientos que aparece en todos los artículos de bondad que existen el planeta, ya sabemos todos que para que aparezca un héroe tiene que haber un villano. Claro, esto es algo justo pues comprendería en la relación universal de lo bueno y lo malo.

Al no tener rencores, solamente me convierto en un exiliado de la sociedad, algo razonable pues todo lo que uno piensa no va ser igual al pensamiento de cada uno de los habitantes terrícolas que habitan “el planeta silencioso” (esta frase lo saco de un gran libro de ciencia ficción que me enseño a querer ser mi ser.)

Solo unas palabras podría dejar para el futuro: Si tirito por una gripe o me pongo con una piel de gallina es por que desee que aparezcas, si suspiro con algo inusual es por el hecho de percibir tu presencia anónima en mi mente; todo bajo el manto de tarado que quiere hacerse el serio con este sarcasmo heredado.

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